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19/9/09

El último paseo

Los Goya, 2007. La Academia decide de manera inamovible la privación de visibilidad de los cortos. Los representantes del corto en España se movilizaron debido al escándalo que produjo esta decisión. Uno de estos representantes es el director y guionista escogido para este post. Arturo Ruiz Serrano nació en Madrid en 1972, licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y más tarde diplomado por la Academia de Cine Metrópolis, empezó su andadura en el 2000 con ‘Capitán general’ y en 2007 ‘Paseo’ fue uno de los nominado a los Goya.

Ruiz Serrano explicó su punto de vista acerca del asunto. Cómo dice, lo peor de una mala decisión siempre es la forma en qué se toma. También apunta que en una batalla siempre pierde el más débil, y hay que reconocer que tanto en 2007 como ahora el corto sigue siendo una pieza audiovisual débil frente a los largometrajes, etc. Aunque no por ello la decisión sea justa. Finalmente, y lógicamente, la Academia dió marcha atrás.

Y menos mal que dio marcha atrás porque, de no ser así, cortometrajes como el que tenemos a continuación serían invisibles con el tiempo.

‘Paseo’ un gran homenaje a las víctimas de la Guerra Civil, de todos los bandos sin diferencia. Una nueva manera de contar lo que se encuentra en lo más profundo de un conflicto bélico.



A partir de aquí, no leer sin haber visto el corto!

A Ruiz Serrano no le hacen falta 90 minutos para explicar la historia de un conflicto bélico. Con poco más de diez minutos tiene suficiente para mostrar hasta que punto puede ser estúpido (porque no hay otra palabra más clara) un conflicto bélico, dónde realmente no hay ganadores, solo perdedores.

Lo mejor de la historia es que las pinceladas de humor encajan perfectamente con la dureza, el drama. El uso de un solo escenario, tan crudo y duro como la historia, con tres pequeñas historias, duras también, hacen que se pongan los pelos de punta de forma gradual. Al principio se nos presenta todo, se nos introduce poco a poco la historia de tres personas desconocidas que por razones obvias les toca vivir los últimos momentos de su vida juntos. Y sin darnos cuenta sentimos lo que sienten los personajes en lo más profundo.

Si a alguien le han gustado los versos que recita el actor José Sacristán aquí tenéis: Mario Benedetti, Corazón Coraza.

2/9/09

"No nos podemos ir hasta que no terminemos".

Hoy veremos uno de los mejores CORTOS A LA CARTA publicados hasta el momento.
El responsable (en la foto) es Daniel Guzmán, más conocido por ser el protagonista de cierta serie en cierto canal de televisión. Pero el curriculum de este creador es tan largo como interesante. Empezó de niño como grafitero, intentó ser bombero, era crew de conciertos y de mientras, acabó siendo actor. Su salto a la gran pantalla fue en Éxtasis [1996] y siguió con Suerte [1997], Barrio [1998], El grito en el cielo[1998], Rewind[1999] y muchas otras.
Habrá opiniones para todos los gustos, y puede que su carrera como actor no sea lo suficientemente conocida como para hacernos una idea de su nivel interpretativo. Pero al llegar el 2003, Daniel (y su equipo de rodaje) hizo algo realmente único que la academia de los Goya supo premiar con muy buen ojo. Y curiosamente no lo consiguió delante, sino detrás de las cámaras.

Sueños [2003] de Daniel Guzmán es la historia de dos niños traviesos, también la historia de un ladrón, de dos policías, de los techos de un barrio, de un ciclista... de todos y cada uno de nosotros una vez lo vemos. Es una pincelada de realismo y comedia que acaba en... Bueno, vamos a verlo primero para seguir hablando de él.



A partir de aquí: no leer sin haber visto el corto!

Es una pincelada de realismo y comedia que acaba en una angustiante tragedia.
En el tejado de un edificio, Achan (Adam Jeziersky) y el Tirilla (Adrián Gordillo) juegan a tirar huevos a los transeúntes mientras se distraen con sus peleas, alegrías, decepciones y sueños. Mientras afinan su puntería o esperan a sus víctimas bajo un sol vengador, estos chicos nos enseñan muchas cosas y nos recuerdan, que una vez fuimos niños (más o menos gamberros) y tuvimos un compañero de calle con quien jugábamos día sí y día también. El realismo de la pieza es increíble. El acento de los actores, su forma de hablar, las bambas rotas, esos calzoncillos protectores y una bicicleta rota (robada, prestada o heredada seguro) son todos los utensilios que utiliza la historia para transportarnos a esta niñez tan conmovedora.

El corto empieza y acaba con las mismas frases:

Tirilla: -No nos podemos ir hasta que no terminemos, hay que esperar.
Achan: -¿Cuánto?
Tirilla: - Un rato
Achan:- ¿Cuánto es un rato?
Tirilla:- No sé, un poco!.
Achan:- ¿Ya, pero cuánto es un poco?.
Tirilla:- Yo que sé, nada!.
Achan:- ¿Nada?.


Pero todos sabemos que al final, el significado de NADA cambia completamente. ¿Y que nos quieren decir?. ¿No hay que esperar nada de la vida?. Yo creo que el mensaje tiene algo de positivo. No podemos desafiar a la muerte sin consecuencias, pero no podemos olvidar que la vida es un juego para divertirse cuanto más mejor.

Tirilla:- Oye Achan, ¿qué te gustaría ser de mayor?.
Achan:- No sé, ladrón.
[...]
y tú?.
Tirilla:- Yo nada. Yo no quiero ser mayor. Ahora hago lo que quiero, a lo mejor de mayor no puedo así que paso de probar.
Achan:- Ya, pero tú no elijes. Así que mejor vete pensando en algo.
Tirilla:- Mira, prefiero vivir dabuti de aquí a los veinte que el resto de mi vida amargao. Te lo juro.

Seguro que hay muchas interpretaciones para este final tan amargo. Me gustaría saber las vuestras...


Corto extra!, para los que habéis aguantado hasta aquí.

En muchas cosas, el Tirilla me recuerda al protagonistas de 15 días en agosto [?] de Edu Glez. El niño en esta ocasión tampoco quiere ser nada de mayor. Puede que nos hayamos equivocado todos, y que los estos niños tengan razón a fin de cuentas.










31/8/09

Teleoperadores/as del mundo sin excusas.

Seguimos con el elenco de los cortometrajes ganadores de un premio Goya. Hasta ahora hemos visto piezas que trataban de prostitución, discapacidad o problemas sociales, pero en este caso la trama no es tan reivindicativa.

Debo confesar que tuve que verlo dos veces para crearme una opinión clara sobre él. También influye en mi criterio una profesora de guión que nos prohibía tácitamente integrar conversaciones telefónicas en nuestros cortos. Pero después de ver Diez Minutos [2004] de Alberto Ruiz Rojo creo que esa profesora se equivocaba.

Espero que lo disfrutéis primero para seguir hablando de él.




Enrique (Gustavo Salmerón) llama desesperado a su servicio telefónico de atención al cliente para conseguir un número imprescindible. Núria (Eva Marciel) responde detrás del auricular y entre ellos sucede un momento indescriptible en sus vidas.

Sin duda este cortometraje está dedicado a todos/as aquellos/as que traban como telefonistas o en servicios de atención al cliente en cualquier empresa. Seguro que (yo no lo sé) en ese tipo de trabajos surgen muchas situaciones donde los sentimientos se imponen ante el rigor laboral, y muchas donde el rigor laboral debe imponerse ante los sentimientos. Y para ello el guión de la pieza gira entorno a la conversación en sí, no se fija en lo que sucede antes o después. Aunque el corto dure 15" está pensado para hacer coincidir el tiempo del visionado con el de la acción, los diez minutos que Enrique dispone para descubrir su tesoro escondido. El montaje y la narración del clímax final son excelentes, y gracias a la actuación de Eva Marciel podemos asegurar que ese es el mejor momento de todos. Aunque el tiempo que tenemos que esperar para ver el final se hace un poco lento y pesado y, para qué negarlo, al principio parece una serie de televisión. Pero el montaje se va complicando poco a poco y también la originalidad sus planos.


Viendo estos diez minutos no nos extraña que Alberto Ruiz Rojo se dedique a dirigir series de televisión. En este cortometraje demuestra su capacidad para crear ese interés incómodo que nace dentro nuestro cuando tenemos que esperar una semana más para ver el siguiente episodio.


29/8/09

Una canción de ritmo suave y relajante

Una nana es una canción de ritmo suave y relajante para ayudar a dormir a los bebés. Con ello no descubrimos la sopa de ajo, pero si que ambientamos el tema del cortometraje de hoy.

Nana [2006] de José Javier Rodríguez Melcón es otro ganador de un premio Goya. Pero también es el corto que más crítica e incertidumbre esconde detrás. Como siempre para seguir hablando de él primero hay que verlo.



A partir de aquí: no leer sin haber visto el corto!


Ya está, mucho secreto no tiene. La historia de unos inmigrantes que viajan en patera. Una de ellas, madre del hijo que sostiene en sus brazos, canta una nana para relajar el ambiente. Pero al final vemos que el mar hace lo mismo con la embarcación. Con sus olas mece la embarcación, y con su rumor tranquiliza su ambiente.

Esta pieza huye de los diálogos y de los extraños acontecimientos que podrían suceder en un viaje de este tipo. Un único plano que se abre muy lentamente nos muestra poco a poco la visión subjetiva de su director. En este caso, nos presta un pequeño agujero en medio del océano por donde poder mirar. Así, mirado de lejos, el público puede disfrutar de este momento mágico sin molestar ni romper la calma que reina, y sin que nadie se dé cuenta. El tema justifica la duración, y por ello es un corto tan corto. Como cuando éramos niños, escuchamos esa canción que acostumbra a empezar sin orden ni sentido, y nunca llegamos a oír su final, sino que nos quedamos dormidos antes de que eso pueda pasar.

Puede que este cortometraje de tres minutos y medio no conlleve una realización costosa y complicada, pero es una idea sencilla bien expresada. Aunque suponemos -tal y como se comenta por ahí- que en la misma edición de los Goya habría otros cortometrajes más aptos para ganar el premio. El debate más interesante que puede generar esta obra gira alrededor del tiempo.

¿Puede un corto ser tan corto y merecer tal premio?.
Alguien dice por ahí que más que un corto parece un anuncio de alguna ONG. Y por aqui creemos que este cortometraje no deja de ser un micro-relato, algo que ahora está tan de moda, pero que por aquel entonces (2006) aún no conocíamos tan bien. Pequeñas historias como esta tiñen nuestros recuerdos más inmediatos, y se convierten en escenas en movimiento. Un esbozo rápido de algo mucho mayor, como los de Picasso o Degas, que con los años acaban siendo mucho más valorados de lo que nos pensamos. Con los años, esta nana canviará y acojerá otro significado, y nos acordaremos de ella tal y como nos acordamos de las canciones de nuestra niñez.

¿Que opináis vosotros?


26/8/09

El perro lazarillo y J.L.Garci de fondo

Hoy quería romper con la rutina del cortometraje-drama que tanto está de moda en nuestro país, y por ello también romper con la rutina de enseñar los cortos ganadores de un premio Goya. Pero el ganador de la edición del 2007 creo que dará mucho que hablar.

A ciegas [2006] dirigido por Salvador Gómez Cuenca también es dramático y un poco triste, pero "la visión" que tiene el protagonista del mundo hace que la tragedia sea algo cotidiano. Como el título indica, un discapacitado visual es el centro de una historia bien planteada y tratada con una delicadeza muy realista. De hecho, un realismo cotidiano similar a las películas de José Luis Garci, y no es coincidencia puesto que el guión está basado en un pequeño cuento del creador de El Abuelo.

La interpretación de Enrique Villén es magnífica, no os lo perdáis!.



A partir de aquí: no leer sin haber visto el corto!

Como en la pieza anterior, los cinco primeros minutos son la clave de esta historia. Se nos presenta un ciego que parece "no tener muchos problemas" para vivir con la ayuda de su perro lazarillo. Pero la muerte de Pluto (el perro) hace que Martín (Enrique Villén) pierda la vista una segunda vez. Pierde un gran amigo y compañero, pero también pierde una herramienta básica para vivir su día a día. El último giro lo aporta Ricardo (Manuel Galiana) el veterinario que afirma que el perro lazarillo también era ciego.

No estoy seguro de la interpretación del director, pero no será esta la metáfora? Convivimos con alguien, amamos y queremos a nuestros familiares y amigos por necesidad y autoprotección?. Qué es lo que más le duele al protagonista?.

Cada uno con sus pensamientos.


25/8/09

Salvador, una historia agridulce.

Continuamos nuestra búsqueda con otro cortometraje ganador del premio Goya como mejor cortometraje de ficción del 2008.
Los que fuimos a la Sala Montjuïc hace dos veranos aún nos acordamos de Salvador, historia de un milagro cotidiano [2007]. Recuerdo que cuando acabó, todos los asistentes nos quedamos en silencio, y poco después sonó un aplauso conjunto pero tímido. Fue una sensación extraña, la misma que transmite el cortometraje en su conjunto.


Abdelatif Widar (actor y director ceutí) mezcla conceptos únicos en la vida con diez minutos de corto: el juego y la guerra, la soledad y la compañía, la ignorancia feliz y el conocimiento infeliz. Puede parecer muy filosófico, pero todo queda camuflado con una realización tranquila e intimista.

Bueno, primero miradlo y después seguid leyendo:




No seguir leyendo sin haber visto el corto!

Puede que los primeros cinco minutos sean los mejores de esta pieza. Uno se pasaría horas viendo jugar a ese niño (Orlín Morán) y escuchando su sonrisa, pero como a todos nos pasó alguna vez, la infancia se termina con el tiempo. Y eso es lo que le pasa al corto. Cuando llegamos a los últimos cinco minutos, la historia se transforma para recordar el trágico atentado del 11-M. Uno de los pasajeros (Nacho Fresneda) da marcha atrás y sale -o entra- del tren, llega a -o se va de- casa, se afeita y empaqueta una de las famosas mochilas que estallaron en los cercanías de Atocha. Un principio dulce, un final trágico.

Pero los más curioso, es que los últimos cinco minutos marcha atrás se parecen demasiado a La ruta natural [2004]. Aunque ya hablaremos otro día de esa obra y os pondremos al día de estas similitudes.




24/8/09

La primera: Miente.

Empezamos con la primera entrada de este blog.
Dedicado siempre a los corotmetrajes, especialmente los de nuestro país, Cortometrajes a la carta te acerca todas las producciónes audiovisuales más interesantes y actualizadas.

Para empezar, ofrecemos Miente [Producciónes Líquidas, 2008], de Isabel de Ocampo, ganador del premio Goya al mejor cortometraje de ficción del año 2009 (aunque la demoninación "ficción" pierda cada vez más su significado dentro del cine español). Un guión muy bien hecho y redondo, que nos recuerda que los dramas no deben ser autenticas pesadillas de dos horas de duración para ser bien expresados.

Que lo disfruten!.