Nos sorprende poder decir que hoy tratamos sobre lo absurdo y lo simbolista. Siempre apoyamos los cortometrajes que van 'más allá' de la típica historia de amor, o del típico conflicto drogadicto-escuela-padres. Pero los creadores de esta pieza han apuntado mucho más alto, y han conseguido mezclar buena literatura con una buena realización, algo que por cierto no acostumbra a suceder.
Las películas que adaptan libros siempre se cogen con pinzas por sus espectadores, puesto que la comparación con sus predecesores está siempre al lado de la oreja, contando lo que las imágenes no pueden contar. Pero ver a Miguel Rellán interpretando con soltura un cuento de Slawomir Mrozek, dirigido por Martín Rosete es otra cosa. Puede que dicho así suene un poco confuso, pero vale la pena verlo y comprobar que ellos no tenían confusión alguna haciendo su trabajo. Esta es una combinación que nunca fallará: coger un buen cuento (corto a poder ser), un buen actor (famoso a poder ser), y un director con las ideas claras. Con este cóctel de talentos siempre resultarán buenas obras.
A disfrutar!.
Un hombre aburrido empieza una revolución cambiando los muebles de su habitáculo.
A partir de aquí, no leer sin haber visto el corto!!.
Como decíamos antes, esta historia puede resultar un poco confusa, abierta a ilimitadas interpretaciones (o no). Pero no si proviene de un cuento de Mrozek, el principal impulsor del teatro de lo absurdo en cuentos y relatos cortos. Y como muy bien dice la
El Teatro del absurdo se caracteriza por tramas que parecen carecer de significado, diálogos repetitivos y falta de secuencia dramática que a menudo crean una atmósfera onírica. El teatro del absurdo tiene fuertes rasgos existencialistas y cuestiona la sociedad y al hombre. A través del humor y la mitificación escondían una actitud muy exigente hacia su arte. La incoherencia, el disparate y lo ilógico son también rasgos muy representativos de estas obras.
[de Wikipedia, TEATRO DE LO ABSURDO]
Como contrapartida a estos diálogos repetitivos y falta de secuencia dramática, el director apuesta por una tipología de planos totalmente distintos los unos de los otros, con una iluminación onírica y con un actor que se dedica a expresar pequeños estados de emoción controlada de forma inigualable. De hecho, podemos confundir su actuación entre improvisada o totalmente premeditada, gracias a la sencillez de sus actos y expresiones. Aunque el mundo actoral no es mi fuerte, y me gustaría saber qué piensa alguien de su profesión (?). A mi me gusta mucho la interpretación y creo que Miguel Rellán en este caso hace 'fácil lo difícil'.
Destacamos la coloración de este corto, todo tendenciosamente amarillo, puesto que ése es el color intelectual, el color de la mala suerte para el teatro, el color de Van Gogh y el color del sol. Pero en medio de la historia vemos un precioso plano de color azul, el color del sueño, pero solo es una corta pincelada. La narración no se hace aburrida gracias al cambio constante de planos, que son estéticos y equilibrados junto con la narración, pero que siempre dejan descolocado a nuestro protagonista. También influye mucho la música que está perfectamente situada en cada momento del cuento.
Supongo que Wrozek nos quiere explicar que al no poder dormir dentro del armario, las revoluciones son difíciles e incómodas, duras de llevar y cansadas. Supongo. Supongo que nos dejamos muchos temas para debatir sobre esta pieza, pero supongo que sería ABSURDO hablar sin decir nada.
'Cuando el inconformismo no es suficiente, cuando la vanguardia no es eficaz, hay que hacer una revolución'.
- Ver libros de Slawomir Mrozek.
- Conoce a fondo el novelista gracias a David González Torres (avionesdepapel.tv)
- Ver ficha en IMDB del director Martín Rosete.
- Más sobre el actor, Miguel Rellán.
- Curiosiadades sobre el color amarillo.
Muy curioso el corto. Me he encontrado preguntándome cada vez cual seria el siguiente cambio. Al principio esos cambios no se salen de lo corriente. En cambio supongo que al hablar de la revolución, es como el cambio inesperado, que realmente rompe esquemas, que no permite dar nada por sentado, y únicamente llevada a cabo porque todo lo que parecía posible no ha resultado. Y también me ha parecido muy austero por así decirlo, conceptual, pero con motivo: Poco atrezzo, actuación sobria (pero muy buena a mi parecer también), y con todo ello lo que destaca es el narrador (el libro) y el concepto. Sin florituras.
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